Uno de los recursos que permite
aportar diversidad en la forma de trabajar en el aula es el agrupamiento de los
estudiantes, lo que permite que interaccionen de forma diferente y con
compañeros distintos. Así, es probable que ofrezcamos a todos los estudiantes
la oportunidad de trabajar y participar según sus preferencias, intereses y
potencial: escuchar, hablar ante un grupo grande, hablar en grupo pequeño,
hacer las tareas personales, trabajar con un amigo o con un grupo de compañeros.
Por una parte, es importante que
los estudiantes aprendan y sepan socializarse y trabajar en diferentes
agrupamientos; pero, lo más importante es que, a través de esta variedad de
formatos, se puede-responder a las necesidades de todos los estudiantes.
Algunas reglas para
trabajar en grupos
·
Identificar
los puntos fuertes o especialidades de cada componente del grupo.
·
Definir
los objetivos o tarea final a lograr entre todo el grupo.
·
Determinar
el tiempo de trabajo y hacer una planificación temporal.
·
Establecer
claramente las reglas y organización del grupo.
·
Establecer
la forma de trabajo como equipo dentro de cada grupo.
·
Distribuir
las responsabilidades individuales de cada miembro del grupo.
Formas de
agrupamiento
Las
tres formas de agrupamiento más utilizadas en el salón de clase son:
·
Gran
grupo
O grupo de clase. Todos los
estudiantes participan en la actividad como un solo grupo.
·
Individual
Todos los alumnos tienen que
realizar tareas que les supone enfrentarse de forma personal con la misma y
llevarla a cabo independientemente o con apoyo de la maestra, sea ésta común a
la de sus compañeros o se trate de una actividad individualizada, para que ese
estudiante logre un aprendizaje específico.
·
Grupos
La clase se divide en pequeños
grupos, de diferente tamaño o naturaleza en función del objetivo que se
pretenda lograr con él. En cuanto al número de componentes, es preferible que
cada grupo lo formen entre 2 y 6 miembros, para asegurar que todos tengan la
oportunidad de participar activamente. Cuando los integrantes no tienen
experiencia en trabajo cooperativo, el tiempo es corto o los materiales
escasos, se recomienda que el grupo lo compongan 3 o 4 personas.
Dado que la forma de agrupamiento se
puede variar al cambiar de actividad, los equipos pueden mantenerse estables,
pero también es recomendable rotarlos cada 2 ó 3 semanas. O hacer que los
grupos estables se mezclen para realizar otras tareas, logrando así que haya
una mayor interacción entre todos, que se generen nuevas relaciones y se
identifiquen nuevos amigos o personas afines en la clase.
Tipos de grupos
·
Grupos
afines
Para realizar ciertas tareas, se
puede dividir la clase en grupos afines en función de su nivel de conocimientos
previos, intereses o capacidades, de tal forma que se pueda asignar a cada
grupo tareas en las que todos puedan aportar y aprender. Cada grupo tendrá que
desarrollar tareas y llegar a un resultado diferente en función de lo que ya
saben y lo que pueden aprender. Deberían tener un reto adecuado a sus
necesidades y posibilidades.
Por ejemplo: Cuando se estudie el
tema del Sistema Solar, la clase puede dividirse en grupos de cuatro o cinco
personas. Todos tendrán que trabajar sobre este contenido: sus nombres, orden, tamaño,
buscar imágenes, dibujarlos, hacer un mural del sistema o un móvil poniendo los
nombres a cada uno de los planetas. Otros podrán trabajar sobre lo que ya saben,
pero añadiendo profundidad y complejidad en el tema: historia de cada planeta,
su descubrimiento, tamaño, composición, distancia, órbita. Cada grupo puede
tener una tarea adecuada a sus capacidades, y exigirles un esfuerzo adecuado a
sus conocimientos previos y capacidades.
Cuando se trabaja sobre una
destreza específica (por ejemplo, en el área de Matemáticas, la
multiplicación), se recomienda la formación de grupos homogéneos.
·
Grupos heterogéneos
Otra forma de agrupamiento consiste
en crear equipos en los que haya estudiantes con diferentes capacidades, desde
aprendices a expertos en un tema o con diferentes niveles de habilidad. Estos
equipos pueden realizar tareas en común, de tal manera que aprenden a
organizarse, compartir conocimientos y capacidades y llegar a un buen resultado
común.
Según las actividades a realizar,
es importante comprobar o garantizar que dentro del trabajo del grupo, se
asignan diferentes tareas o preguntas que supongan un reto o estímulo adecuado
a los distintos niveles de capacidad que hay dentro del grupo, para que todos
tengan la oportunidad de contribuir con su respuesta o trabajo.
Estos grupos pueden ser estables
para que aprendan a trabajar juntos, pero también es interesante hacer grupos
heterogéneos nuevos para que los estudiantes puedan conocer y trabajar con
diferentes compañeros, tratando de que vayan rotando y que participen en el
equipo compañeros con diferentes capacidades o niveles de aprendizaje. Este tipo
de grupo es muy recomendable cuando se trabaja en objetivos relacionados con la
solución de problemas y/o aprendizaje de conceptos básicos.
Para formar los grupos heterogéneos
puede utilizarse la selección al azar. Otra fórmula consiste en hacer un listado
de los estudiantes en función de su nivel de competencia respecto del tema que
se va a trabajar. Una vez hecha la lista, componer los grupos de forma que, en
todos ellos, haya estudiantes con todos los niveles de habilidad. Un ejemplo
más elaborado, lo aporta Silversides (en Kagan, 1992 y Gregory y Chapman,
2002), utilizando un sistema de círculos concéntricos, en el que se incluyen
los nombres de los estudiantes según su nivel de destrezas o competencias en un
tema, materia o tipo de actividad. Los grupos se pueden formar seleccionando
estudiantes de todos los círculos, rotando en esta distribución para fomentar
la interacción entre todos los componentes de la clase.
Por
ejemplo: Sistema de círculos concéntricos. Sheila Silversides
·
Grupos
de interés
El aprendizaje es más fácil y la
atención se mantiene por más tiempo cuando los estudiantes están interesados en
lo que están aprendiendo.
Otra opción a poner en práctica
supondría permitir trabajar en grupos de interés común. Varios estudiantes
pueden tener interés en una temática o en un aspecto de un tema, por lo que
permitir esta forma de agrupamiento puede responder mejor a sus intereses, y
determinaría que el estudiante se implicara más en el aprendizaje. Poder buscar
información, hablar sobre el tema, discutir, indagar. Hacer actividades,
preparar otras para compartir con sus compañeros su interés y descubrimientos
pueden suponer retos o desafíos para implicarles en el estudio de esos temas.
Tutoría entre pares
Los estudiantes pueden ayudarse unos
a otros en tareas específicas. De esta manera el que tutoriza aprende y asume
una responsabilidad para con el otro. Esto le exige organizar su conocimiento y
ponerlo al servicio de la otra persona para transmitírselo, lo que supone un
proceso mental de tipo superior para organizar la información.
El alumno tutorizado también se
beneficia de una enseñanza individualizada por parte de un compañero, entre
iguales, con lenguajes y referentes comunes, más próximos a veces que los que
utiliza el docente en sus explicaciones.
Mastropieri y Scruggs (1993, citado
en Jarrett, 1999, 8) señalan que el aprendizaje por pares tiene un efecto
positivo en los estudiantes con discapacidad en el aula inclusiva, por la
cercanía del tutor quien, a su vez, se beneficia al reorganizar el conocimiento
para explicárselo a su compañero, y de la satisfacción de ejercer una
responsabilidad como tutor, al poder enseñar a otro.
Mentores
Una variante es la tutoría o apoyo
por parte de estudiantes de edad o clases superiores, a los que se les asigna
la responsabilidad de apoyar, en alguna temática que les es familiar o en la
que tienen buenas capacidades, a estudiantes de clases en cursos inferiores, de
manera que los mayores tengan la oportunidad de ayudar o compartir sus
conocimientos con los más pequeños.
La situación de aprendizaje se ve
enriquecida por la interacción social en pares o en grupos de diferentes
edades, y de la aportación de perspectivas diferentes
En general, esta estrategia ha
resultado ser muy interesante en matemáticas, lenguaje, informática, resolución
de problemas y proyectos cooperativos a realizar entre profesores y con alumnos
de diferentes clases.
Estas formas de agrupamiento son
una vía para enriquecer los contextos de aprendizaje con interacciones sociales
centradas en el conocimiento. Es importante que se utilicen diferentes
estrategias de agrupamiento para aprender a trabajar de forma individual y en
equipo, con compañeros diferentes, como lo tendrán que hacer a lo largo de la
vida. El docente tiene que decidir las mejores formas de agrupamiento para cada
situación o tarea a realizar.
Para reflexionar
En el caso de que ya utilices
diferentes formas de agrupamiento: ¿Qué agrupamientos utilizas en tu salón de
clase? ¿Cuándo y para qué tipos de aprendizaje los utilizas? ¿Qué resultados te
parece que se logra con ellos?
En el caso de que no trabajes con
diferentes agrupamientos: ¿Cuáles de los que aquí se proponen podrían ser de
interés en tu aula para atender mejor las diferentes necesidades de tus
estudiantes? Revisa cada uno de los que aquí se describen y busca posibles
situaciones para utilizarlos en tu salón.