La
sordera en cuanto a deficiencia, se
refiere a la pérdida o anormalidad de una función anatómica y/o fisiológica del
sistema auditivo, y tiene su consecuencia inmediata en una discapacidad para oír, lo que implica un déficit en el acceso al lenguaje oral.
Partiendo
de que la audición es la vía principal a través de la que se desarrolla el
lenguaje y el habla, debemos tener presente que cualquier trastorno en la
percepción auditiva del niño, a edades tempranas, va a afectar a su desarrollo
lingüístico y comunicativo, a sus procesos cognitivos y, consecuentemente, a su
posterior integración escolar, social y laboral (FIAPAS, 1990).
En
el año 2003, se aprobó el Programa de Detección Precoz de la Sordera, por el
Ministerio de Sanidad y Consumo, junto con las Comunidades Autónomas.
Este
programa establece el procedimiento para identificar la presencia de problemas
auditivos en los recién nacidos.
Para
poder detectar estos problemas, es necesario realizar una prueba de detección
en el momento del nacimiento, que se lleva a cabo, antes del alta materna. En
el caso de que se sospeche un problema auditivo, se inicia en ese momento un
seguimiento durante los tres primeros meses de vida. Es en estos tres meses
cuando se deben repetir y completar las pruebas de audición, para así a los seis
meses poder tener un diagnóstico fiable y así poder iniciar el tratamiento
requerido.
Para
poder realizar el diagnóstico, pueden utilizar las siguientes pruebas de
audición:
- Otoemisiones
Acústicas (OEA)
- Potenciales
Evocados Auditivos de Tronco Cerebral (PEATC)
- Potenciales
Evocados Auditivos de Tronco Cerebral Automatizados (PEATC-A)
- Potenciales
Evocados Auditivos de Estado Estable (PEAee)
TRATAMIENTO
Una
vez que ya se ha detectado y diagnosticado una pérdida auditiva, se debe
establecer el tratamiento audioprotésico adecuado para cada caso y el
tratamiento logopédico.
a)
Tratamiento audioprotésico
Actualmente,
existen diferentes tipos de prótesis auditivas: audífonos, implantes cocleares,
implante osteointegrado, e Implante de troco cerebral.
Audífonos:
Es
una prótesis externa que capta, a través de un micrófono, los sonidos del habla
y del entorno, para procesarlos y amplificarlos con objeto de emitirlos de
manera que puedan ser percibidos por la persona que los lleva de mejor forma,
ajustándose a su pérdida.
Existen
diferentes tipos de audífonos. La selección del tipo, va a depender del tipo y
grado de pérdidas, edad del niño, etc.




- Retroauricular: se
coloca en la parte posterior del pabellón
auditivo. Recomendado para niños pequeños.
- Intraauricular:
se coloca en la aurícula del pabellón.
- Intracanal: se coloca en el canal
auditivo externo. No recomendable para niños.
- Intra CIC: se
coloca en el conducto auditivo externo, quedando solo a la vista un soporte pequeño.
Dependiendo del tipo de
tecnología, podemos diferenciar entre:
- Analógicos:
aquellos que amplifican el sonido utilizando un tratamiento analógico de la señal.
- Digitales:
aquellos que transforman la señal acústica en señal eléctrica a través de la tecnología digital, que permite
proporcionar una mejor calidad del sonido.
Implante coclear:
El
implante coclear es una prótesis auditiva quirúrgica, que transforma las
señales acústicas en señales eléctricas que estimulan al nervio auditivo.
Se
compone de dos partes: una externa y otra interna. Está indicado para casos de
pérdidas auditivas que no tienen beneficio con los audífonos, como suele
ocurrir con pérdidas neurosensoriales profundas y severas, en algún caso.
Implante osteointegrado:
Es
una prótesis quirúrgica que permite hacer llegar el sonido directamente a la
cóclea por vía ósea.
Está
indicado para pérdidas auditivas conductivas o mixtas, cuando no se benefician
de otro tipo de prótesis, tratamiento médico.
Se
compone de una parte interna implantable y otra externa.
Implante de tronco cerebral:
Se
trata de unos dispositivos similares a los implantes cocleares, pero que
estimulan mediante una placa de electrodos el núcleo coclear en el tronco
cerebral. Están indicados únicamente en pacientes a los que, por cirugía, se
han tenido que eliminar o han perdido ambos nervios auditivos y no puede ser
portadores de un implante coclear.
b)
Tratamiento logopédico:
Debido
a las consecuencias que la pérdida auditiva conlleva en el desarrollo
cognitivo, lingüístico y social es fundamental realizar estimulación del
lenguaje oral y de la comunicación, tras el diagnóstico.
Dicha
estimulación deberá centrarse directamente en la estimulación lingüística, que
variará dependiendo del grado de pérdida auditiva y de las necesidades
personales.
En
todos los casos en los que exista una pérdida auditiva en edad escolar, es
imprescindible estimular y potenciar el desarrollo cognitivo y lingüístico;
para lo que se necesita disponer de los medios cognitivos e instrumentales
necesarios para participar de la escolaridad en igualdad de condiciones que el
resto de los compañeros oyentes.